A todos nos ha pasado. Reconozcámoslo. Llega el examen y por algún motivo de causa mayor (véase salir de cañas, quedar con el chic@ que te gusta, dormir, pasear al perro…) no hemos podido dedicar al estudio todo el tiempo que merecía. Aun así. Vas al examen y confías en tu suerte. En 'A todo hijo de vecino' tenemos la clave para evitar el desastre y salir airoso (o lo que es lo mismo, sacar un cinco raspado). ¡Suerte en tu próximo examen!