Dos entrenadores de categoría alevín, niños de 10-11 años, han convertido el habitual saludo final tras el partido en una pelea. Uno de ellos se para para discutir con otro y miembros de ambos clubes aparecen para intentar calmar los ánimos, pero todo acaba en un apelea con varios puñetazos. Unas imágenes lamentables en las que se pueden escuchar los gritos de los niños y los padres que estaban presentes.