Tras el bache de salud de Carmen Porter, Iker Jiménez se ha visto obligado a permanecer durante unas horas en el hospital. Precisamente ha sido esa estancia en el centro médico lo que le ha dado al presentador la fuerza que necesitaba para abordar este último programa del año. “Estoy sin un gramo de fuerza pero he vivido una serie de experiencias y he vivido lo que es estar en un hospital en este tiempo de pandemia…eso me ha reforzado para venir aquí”, explicaba con total sinceridad el conductor de la nave milenaria.
Lejos de presentar un programa amable de cara a las Navidades, Iker ha hecho especial hincapié en la alarmante situación a la que nos enfrentamos. Y es que parece que todavía son muchos los que se niegan a aceptar que estas fiestas no van a ser lo que eran, ni deberían serlo. Con el país sumido en un nuevo estado de alarma y en plena segunda ola de la pandemia, Iker ha estallado y ha defendido la labor que han ejercido los médicos e investigadores de 'Milenio Live' durante la crisis sanitaria: informando siempre con la verdad por delante, relatando sus terribles experiencias y tratando de hacer ver la pesadilla que se vive en los hospitales.