Inicialmente concebida como un personaje artístico por el cantante austríaco Thomas Neuwirth, Conchita Wurst sacudió el panorama musical internacional con su mensaje de tolerancia y aceptación tras su victoria en Eurovisión. Además, confesó recientemente ser VIH positivo, prácticamente obligada por las amenazas sufridas por parte de su exnovio.

Ahora, la cantante ha decidido cambiar radicalmente de look con motivo de la celebración de la Life Ball 2018, una de las galas benéficas más importantes del mundo, que reúne fondos para la lucha contra el sida. La temática de la gala de este año gira alrededor de la película Sonrisas y Lágrimas, lo que ha llevado a Wurst a emular el estilismo de Julie Andrews en el filme.