La NBA nos ha dejado momentos cargados de emoción en esta fase final, pero ninguno tan adorable como este: Jrue Holiday disputaba este domingo el cuarto partido de la serie ante los Warriors. Antes del comienzo, recibió desde la grada el mayor de los amuletos de buena suerte: el beso de su hija pequeña. La reacción del base de los Pelicans se ha convertido en viral.