Llegas a la fiesta, traes latas de cerveza o refresco pero hay un problema: están calientes. Tienes que elegir entre beber agua del grifo o esperar una hora a que se enfríen... ¡nunca más! Pablo Tejeda demuestra en su con un experimento en directo cómo, jugando con la química, puedes conseguir que tus bebidas estén muy frías en menos de diez minutos.