Niko Sherazadishvili o el triunfo de la humildad: "Me dijeron que tendría una calle y pensé: espero que recorten el apellido"

Todo el mundo quiere compartir un rato con Nico Sherazadishvili. Es el hombre del momento. El primer campeón del mundo de judo masculino está de enhorabuena. Mantiene en los ojos la chispita de un triunfo histórico que ha sabido celebrar como se merece. "La última noche", recuerda, "nos fuimos a dar una vuelta, salimos a pasar la vida, disfrutar, a bailar..." Siga el baile, siga el baile, que cantaría aquel, y siga el disfrute y la resaca de una victoria que vendrá con nuevas obligaciones (en el horizonte está Tokyo 2020) y con grandes homenajes como el de esa calle que llevará su nombre en Brunete y que, por suerte para el consistorio, llevará una abreviatura de su apellido. "Es lo primero que pensé",recuerda entre risas, "espero que recorten el apellido".