Tras diagnosticar a su padre con cáncer, Tim buscó llevar a cabo el viaje que tantos años llevaba planeando. Ayudado por su mujer Molly, el joven se llevó a su padre Rick a ver un partido de la NFL entre los Bufallo Bills y los Patriots de New England. Después de 43 años, Rick volvía a la que había sido su ciudad para disfrutar junto a su hijo de un viaje que tardará en olvidar. El deporte como canalizador de la vida de muchas personas.