Todo el mundo está muy concienciado con no darle cualquier juguete a los más peques. En los anuncios lo pone bien grande: "Puede contener piezas pequeñas". Pero parece que es hablar de la comida y se nos olvida que sigue habiendo peligro. Un buen ejemplo es este testimonio de una madre que pasó un verdadero infierno debido a que su pequeño se atragantó con una simple palomita. Lo sorprendente del caso es que los primeros síntomas de que algo no iba bien llegaron días después.